
El café, una de las bebidas más consumidas del mundo, pero también es de las más subestimadas. Es imprescindible el café de la mañana y culminar el almuerzo con un broche de cafeína. Y, si bien es un elemento común en la repostería, encontrarlo en platos salados como un ingrediente más, es inusual.
En Colombia, uno de los países cafetaleros por excelencia, si existe la presencia de este rubro en recetas. También Argentina está adoptando esta novedad en sus platos.
Entre los platos que se podían degustar figuraba como entrada, Langostino, ananá y gelatina de café; Carrillera con espuma de queso de cabra, puré de manzanas y aire de café Grand Cru Lungo Forte, como plato fuerte.
Otro menú donde el café impregna de su exquisito aroma es en el de Mario Sandoval, encargado de la cocina del Coque e Madrid. “Viaje gastronómico al corazón del café”, fue el título que utilizó para ingresar este preciado rubro dentro de sus preparaciones.
Lomo de conejo con reducción de café Sumatra y ravioli de vieira y cangrejo, cromatismo de verduras con tierra de café Kenya, fueron algunos de los platos que conformaban la degustación.

El café en elaboraciones saladas, también puede hacerse sin complicaciones desde casa, sin tener que recurrir a rebuscadas recetas.
Como infusión: mezclar la molienda de café con algún tipo de aceite, puede ser de oliva, sésamo, girasol; para aliñar ensaladas de forma original, verduras al vapor, adobar carnes o como elemento aromatizador.
Bases y caldos: en lugar de usar aceites para fusionar el café, también es una opción como elemento del fondo de cocción, ideal para innovar cremas de verduras, caldos de mariscos o platos de carne. El fondo de cocción con el agregado de café, de igual forma sirve para hacer salsas de caza para platos de carnes fuertes, como pato.
Elemento oscuro: el café se puede usar para conseguir oscurecer y matizar preparaciones como guisos y salsas tipo ragouts. Para este efecto se utiliza un café concentrado y unas pocas gotas.

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